Internet se queda sin espacio

FRENTE A FRENTE

Lo impensable podría pasar. El mundo no está preparado, y la vida como la conocemos en los últimos años podría cambiar drásticamente. Nada volverá a ser igual. Sería como retroceder a la época de las cavernas. SOS, MAYDAY: La internet se queda sin espacio para navegar.

Las empresas proveedoras de Internet, los proveedores, sitios web, contenidos y servicios de aplicaciones, navegan a través del protocolo IPv4, pero a este le queda menos de un 5% de espacio disponible.

Por eso, desde hace años todos los involucrados con servicios Internet debieron pasarse al nuevo protocolo IPv6, pero muy pocos lo han hecho.

Los protocolos de red IPv4 e IPv6 son dos protocolos distintos, por lo
que las empresas y proveedores deben tener ambos.

Si bien en un futuro el IPv6 terminará por sustituir al IPv4, esta traslación no será sencilla, por cuanto actualmente no todos los proveedores, sitios web, contenidos y servicios de aplicaciones han implementado IPV6, por lo que aunque los usuarios finales tengan disponibles direcciones IPv6, no podrían acceder a todas
sus aplicaciones y sitios web.

Otro aspecto preocupante (que ya no está del lado del proveedor de servicio pero es fundamental) es el soporte de IPv6 en equipos de usuario final, como los enrutadores inalámbricos, tan populares en los hogares hoy día. Podría darse el caso de que el proveedor de servicio de a un cliente direccionamiento IPv6 y que el equipo del cliente no lo soporte, de modo que tenga que actualizarlo o cambiarlo.

El soporte para IPv6 sólo se conoce de los grandes proveedores como Google y Yahoo!, pero no para otros -literalmente- millones de sitios web.

En Costa Rica, el Internet de RACSA corre en el corazón de su red también el protocolo IPv6 desde el año 2005, proceso que actualmente está reimplementando con otros mecanismos, siguiendo nuevas tendencias de enrutamiento.

Para mitigar la afectación a los clientes y mantener el mejor servicio posible con una red robusta, RACSA está programando a partir de inicios del próximo año una serie de charlas, capacitaciones y campañas promocionales tanto a clientes como proveedores de servicios y aplicaciones, pues ya la situación superó el ámbito meramente técnico. La idea es motivar mediante charlas a las empresas para implementen en sus plataformas de red IPv6 de modo que estén preparados para cuando sea una obligación el uso de IPv6 en vez de IPv4.

Para más detalles ver http://portalipv6.lacnic.net/es

Las Mejores Golosinas

FRENTE A FRENTE

Conté mis años y descubrí que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...

Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.

Ya no tengo tiempo para reuniones interminables a sabiendas que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.

No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces
para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Y las personas que no discuten contenidos, apenas los títulos.

Quiero la esencia, mi alma tiene prisa... No quedan muchas golosinas en el paquete.
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
La que sepa superarse a partir de sus errores.
Aquella la que los golpes duros de la vida le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
La que no se envanezca con sus triunfos.
La que no huya de sus responsabilidades.
La que defienda la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas.

Sí, tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar ninguna de las golosinas que me quedan.
Estoy seguro que serán más exquisitas, que las que hasta ahora he comido.