lunes, 17 de octubre de 2011

Sonrisas

Frente a Frente.

Esta semana es justo y necesario que andemos por ahí con una sonrisa en la faz, así que voy a darles algunas excusas para ello:

*

La
niña pregunta: Mamá, ¿hay gelatina…? A lo que la señora responde: No sé
hija, yo solo conozco la "i" latina pero la "g" latina no.

Llega
un cliente a una pizzeria y ordena una pizza mediana, tras lo que le
dice el empleado: ¿Se la parto en 6 ó en 12 pedazos?, y el cliente
responde: en 6, jamás podría comerme 12.

Una
señora le contó a una amiga que le habían regalado una lavadora de Lady
Gaga, ya que en la parte del frente vienen grabadas las letras LG.

A un amigo se le cayó el celular al suelo y de seguido escribió a todos los conocidos: “¡Hey! ¿Están todos bien?"

Una joven dice orgullosa: Viva!, armé el rompecabezas en 6 meses, y eso que en la caja dice que es de 2 a 5 años…

Escuchado
en el aeropuerto: "Informamos que el vuelo procedente de Panamá viene
demorado", a lo que un fanático saprisista dijo: ¡Ay, que tuanis, de mi
color favorito!.

Escuchado en la calle: una prostituta le dijo a un transeúnte: “Por mil pesos te hago lo que quieras”, a lo que el otro respondió: ”Bien, entonces píntame la casa”.

En
un hospital un hombre se acerca al laboratorio para realizarse un
análisis de orina, pero el laboratorista se sorprende al ver que lleva
no un frasco pequeño, sino todo un balde lleno. Le mira y dice: “señor,
solo es necesario un poco...”, pero el hombre insiste hasta que le
aceptan el balde. Al día siguiente el médico le llama a su casa e
informa que el análisis de la orina salió bien, tras lo que el hombre
corta y contento llama a gritos a toda la familia y cuando todos llegan
junto a él les dice: hijos, hermanos, primos… ¡ninguno tenemos nada!

Pensándolo bien, falta el Mandamiento que diría: “No desearás al hombre de tu prójima”.

*

Aclaración:
hace dos semanas publiqué un comentario en el que exaltaba que lo más
importante que tenenmos en la vida era la salud y buenas relaciones
familiares, y no el dinero. En esa oportunidad omití mencionar que el
texto estaba inspirado en el pensamiento de Armando Fuentes Aguirre
(Catón).

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