lunes, 2 de enero de 2012

La última semana de noviembre 2011

FRENTE A FRENTE

Lo que ha pasado esta semana merece ser comentado.

Durante
los primeros días de esta semana los anestesiólogos mantuvieron su
huelga anti salud pro mejores salarios y ventajas laborales, impidiendo
1.500 cirugías. La (im) posición de estos “profesionales de salud” no
debe ni debió tolerarse, y desde el primer día se debieron tomar
medidas legales y solicitar el apoyo de profesionales de países
realmente solidarios, pues la salud de muchos es más importante que el
beneficio de pocos, y es responsabilidad del Gobierno evitar que ello
suceda.

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El
martes el tránsito de la capital colapsó y en muchas provincias se vio
seria mente afectado, pues al tiempo que centenares de taxistas
aplicaron tortuguismo y se estacionaron en las cercanías de la Casa
Presidencial para presionar contar los “piratas”, decenas de
motociclistas bloqueaban las principales vías del centro de San José y
San Pedro para protestar por el incremento en los cobros de sus
marchamos. Y por la noche vecinos de Ciudad Colón se manifestaron en la
carretera 27 con tortuguismo bloqueando el tránsito Caldera-San José.
En los dos primeros casos no fue sorpresa que las autoridades del
tránsito fueran incapaces de evitar los bloqueos, pero en el tercero
más bien llama la atención fueran precisamente dos motorizados de la
Policía del Tránsito los que iban al frente de la marcha marcando el
lento ritmo de la misma, cuando más bien debieron, por ejemplo, obligar
a los marchantes a hacerlo en un solo carril para permitir por el otro
el libre tránsito, pues otra vez los menos no tienen derecho a afectar
a los más, y el Gobierno debe velar porque esto se cumpla siempre.

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La Contraloría General de la República hizo público que abogados, médicos, ingenieros
y otros profesionales liberales, son quienes más evaden y menos
impuestos pagan, con un promedio de ¢36.000 al mes, los que pagan… Y
uno que creía que los abogados eran los llamados a velar por el
cumplimiento de las leyes, y que los médicos eran “personalidades”
garantes de nuestra salud física, y que los ingenieros eran de confiar
porque velaban por la seguridad de los ambientes que nos rodean… Y como
los menos pagan menos, los más pagamos más, y ya es hora de que el
Gobierno tome medidas efectivas al respecto.

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