Elecciones en CR pero dictadura en Haití

FRENTE A FRENTE

Elecciones en Costa Rica pero dictadura en Haití.

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El lunes de esta semana Diario Extra publicó una interesante encuesta acerca de cómo podría quedar el próximo gobierno.

Más allá de que doña Laura tiene el 33.8% de la intención de votos, don Otto el 18.3% y don Ottón el 9.6%, lo que me interesa comentar es que esta encuesta de Borge y Asociados indica que el PLN tendría un 10% de votos menos para sus diputados y un 14% menos para munícipes, el ML tendría un 6% y 11% de votos menos respectivamente, y el PAC un 4% menos tanto para diputados como munícipes, pues los electores dijeron, en un 33%, que aún no habían decido por quien votar en estos otros puestos de gobierno.

Es decir: un tercio de los votantes no han decido si votan para la Asamblea Legislativa y Municipalidades igual que para el Poder Ejecutivo.

Si bien es frecuente en nuestro país el “voto partido” con la idea de “no darle demasiado poder al Presidente (a)”, esto no tiene ningún sentido práctico y más bien resulta totalmente contraproducente, y como el boomerang se ha de volver contra quienes así voten.

Si creemos que Laura, Otto u Ottón –indicados por orden alfabético- son la mejor opción para dirigir el país, debemos darles el respaldo, apoyo, equipo y gobierno que ellos desean con autoridades de su mismo partido, de forma que no tengan razón ni excusas para no llevar a la práctica las propuestas con las que nos convencieron para darles nuestro voto.

Si votamos para ellos para presidente (a) pero por diputados y munícipes de otros partidos, estaríamos nosotros mismos atándoles las manos y dificultando que cumplan con su Programa de Gobierno, que es el principal argumento que han presentado para pedir nuestro voto.

Así que este domingo 7 de febrero todos a votar, pero votando por el mismo partido en las tres papeletas, no vaya a resultar que si en un futuro debiéramos reclamar por promesas no cumplidas al candidato (a) que ganó con nuestro voto, resulte que este (a) más bien nos reclame a nosotros por no darle también el voto a su equipo de trabajo, y debamos dar media vuelta “calladitos más bonitos”.

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Pero mientras los ticos debemos ir a votar por quienes creemos es el mejor equipo, los haitianos deberían esperar mejor un gobierno de fuerza, temporal.

Hace dos semanas esta nación ya era con mucho y hace mucho el país más pobre de la región víctima especialmente de gobiernos y dictaduras corruptas, a pesar de que en sus inicios era una de las naciones más ricas de América.

Hoy el país sucumbe ante el terremoto y su población desesperada busca sobrevivir por cualquier medio, incluso la violencia. Es comprensible, pues ni el Gobierno que tenían sobrevivió.

Ante la situación, y en procura de lo mejor para la mayoría de sus habitantes, la ONU y la OEA deberían emplazar tropas en este hoy anárquico país e imponer el orden, no sólo para el inmediato proceso de distribución de alimentos y ayuda, sino incluso para la reconstrucción tanto física de sus construcciones como moral y legal de sus habitantes. Así, al menos algo bueno habrán alcanzado los haitianos de esta tragedia.