Precaución al conducir

FRENTE A FRENTE

Cada mes mueren, en promedio, 50 personas en accidentes de tránsito. La semana pasada ofrecimos en esta columna una serie de sugerencias para convertir la Ley de Tránsito que está en estudio en la Asamblea Legislativa en una amenaza disociadora para los conductores que conducen en forma temeraria e irresponsable. Hoy vamos a indicar una serie de medidas prácticas y concretas que los conductores y las autoridades deberían de tener presente, con lo que se evitarán muchas de las muertes en carretera.

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Para frenar en condiciones normales de carretera si se viaja a 50 kms/H. se necesitan 12 metros de distancia para que el vehículo se detenga completamente. Si se viaja 100 kms/H se necesitan 50 metros.

Para frenar “de repente” un vehículo se requiere un mínimo de 2 segundos de reacción y acción, por lo que si se viaja a 60 Kms./H el vehículo recorrerá al menos 30 metros.

Si va conduciendo a 60 kms/H y marca un número de teléfono de un celular, necesitará recorrer 100 metros a ciegas para terminar de marcar el número.

Si viaja a 60kms/H y frena de repente, quien lleve un bebé en sus brazos deberá aplicar la fuerza equivalente para levantar un vehículo liviano para evitar que el niño salga despedido hacia adelante.

Si viaja a 60 kms/H y frena de repente, un objeto inanimado que vaya en el vehículo impactará con una fuerza de 100 veces su peso.

Si choca a 60 kms./H recibirá un golpe equivalente a caerse de una altura de 50 metros, es decir, de un edificio de 10 pisos.

Si una llanta está inflada en forma desigual a las demás, si quiere detenerse no importará a que velocidad conduzca, el vehículo siempre girará hacia un lado.

El campo visual de un adulto es de 180 grados, pero el de un nuño es de sólo 110, por lo que para ver si un vehículo se aproxima –por ejemplo para cruzar la calle- necesariamente debe voltear la cabeza.

En la carretera seamos prudentes, corteses, y conduzcamos a la defensiva, es lo mejor para nosotros y para los demás, porque conducir bien no basta.

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El Gobierno, a su vez, debería evitar que operen (legal e ilegalmente) paradas de autobuses en curvas, tal y como sucede por ejemplo con mucha frecuencia en la ruta San José-Pérez Zeledón. Y debería haber más bahías de parada de autobuses en todas las carreteras, y obligar a los choferes a utilizarlas.

Las carreteras deberían construirse con más concreto y menos asfalto para que no sean tan resbaladizas (la que une a San José con Cartago debieron rasparla pues se estaba alisando).

En todas las carreteras deberían operar debidamente las básculas para controlar el peso de los camiones, pues dado que van sobre cargados inciden en la pronta destrucción de las mismas.

Y deberíamos agilizar el dar en concesión la construcción de las carreteras; la gran mayoría pagaremos con gusto un peaje justo por una buena carretera (el 30% de la población nos movilizamos en vehículos particulares).

Y también aprovechar el tren como medio de transporte de carga.

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Dado que la mayoría de estas observaciones son fáciles de implementar, entonces ¿qué estamos esperando?. Manos a la obra!.